La primera reacción que tienen muchos directores y mandos intermedios ante la posibilidad de contratar asistentes virtuales es decir NO.
Y aunque han realizado cientos de formaciones en las que se repite como un mantra que la capacidad para confiar y delegar es un arte que todo líder debe manejar, en la práctica parece que les cuesta y se niegan a ver todo lo bueno que traería consigo contar con un freelance de trabajo online.
¿Y por qué cuesta tanto delegar? ¿Es una cuestión de confianza o una cuestión de no admitir que uno no puede con todo? Hoy nos gustaría analizar esas excusas, argumentos y pensamientos que pasan por la cabeza de aquellas personas a las que les cuesta delegar en asistentes virtuales.
Motivos por los que cuesta delegar en asistentes virtuales
Como reza nuestra página web, delegar es un arte. Requiere de una mente laboral abierta y, sobre todo, de una predisposición para ver los grandes beneficios que delegar en asistentes virtuales ofrece a las empresas.
Aquí están algunos de los motivos que los propios interesados verbalizan cuando se muestran reticentes a delegar en trabajadores externos:
1.- No tengo tiempo para explicar cómo se hace el trabajo
La idea viene a ser esta: “tardo menos en hacerlo que en explicar cómo se hace”.
Vale, sabemos que realizar una formación puede dar pereza pero como tú mismo sabes, compensa. ¿Acaso no has tenido que formar a un nuevo empleado/a que se incorporaba a tu equipo?
Pues piensa que un asistente virtual es lo mismo: una persona que viene a unirse a tu equipo para ser útil y proporcionarte apoyo. Será necesario perder un poco de tiempo explicándole aspectos de su labor pero recuperarás ese tiempo con creces cuando saque adelante un trabajo que te agobiaba y te impedía centrarte en tareas más importantes o que requerían más concentración.
Debes vencer la pereza que te produce ese momento formativo y no olvidar nunca que el tiempo que emplees en formar a tu asistente virtual es tiempo invertido en mejorar la productividad y ambiente de tu empresa.
2.- No quiero depender demasiado de colaboradores externos
¿Y cuál es el problema de tener mucho trabajo y tener que recurrir a asistentes virtuales para afrontarlo con más calidad? En vez de ver esta contratación como un gesto de debilidad, deberías verlo como un gesto de responsabilidad y deseo de que las cosas vayan lo mejor posible tanto para los clientes como para los trabajadores.
Seguro que si les preguntas a esos empleados/as que están ahogados por un pico de trabajo serán los primeros que contratar un asistente virtual lo verán como un acierto para librarles de trabajo y evitar esos atracones que sufren de vez en cuando.
Debes pensar en el bien de tu empresa y tus trabajadores y no en cómo te sientes acudiendo a estos profesionales freelance. Dale la vuelta a esta idea y piensa que recurrir a ellos igual es señal de que las cosas están yendo bien y hay mucho trabajo, ¿no? Pues una ayuda extra te ayudará a realizarlo mejor.
3.- No quiero solucionar marrones si no lo hace bien
Es obvio que cualquier persona puede equivocarse, sea un nuevo empleado/a que contratas en nómina en tu empresa, sea un asistente virtual externo. Por lo que esa posibilidad, que existe, no debes asociarla únicamente a esta segunda opción.
Es evidente que en Delegarte contamos con un equipo de asistentes virtuales con gran experiencia y profesionalidad y siempre serán asignados a aquellas empresas o proyectos en los que encajen mejor por su valía y conocimientos. Compromiso y profesionalidad unidos para proporcionarte el mejor apoyo.
Debes tener presente que el miedo a que esto ocurra te puede privar de beneficiarte de todas las cosas buenas que tiene delegar como brindar a tu equipo oportunidades de crecimiento, quitarles trabajo tedioso de encima, liberarles de carga mental y mostrar tu compromiso hacia ellos.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.