La negociación tiene a dos o más partes que intentan velar por sus intereses, los cuales pueden ser opuestos o incompatibles con los de la otra parte. A través de estrategias discursivas, cada uno busca conseguir un mayor porcentaje de lo que se está negociando y el acuerdo surgirá cuando haya equilibrio entre los intereses de los negociantes.

Las negociaciones pueden darse en cualquier ámbito de la vida, desde la familia hasta el trabajo, pasando por la universidad o en una reunión con amigos. En una empresa es muy común que suceda y hay que estar preparado para ello.
A la hora de pensar la distribución de tareas en una organización es importante tener en cuenta a los empleados, hablar con ellos sobre sus inquietudes o problemas, y exponer las tareas que tenemos planificadas para cada uno de ellos. Estas actividades tienen que ser pensadas de manera justa y equitativa, considerando horarios, fechas, tiempo que requiere realizarlas, capacidades y habilidades individuales y colectivas, entre otras cosas.
El papel del líder
Un líder tiene que ser capaz de plantearle las tareas a su equipo de tal manera que los empleados no se sientan desfavorecidos en el reparto de labores, ni que lo perjudique a él o a su empresa. No es un trabajo sencillo, pero para llegar a eso es fundamental tener una buena imagen y haber creado lazos de confianza dentro de la compañía. Un buen cabeza de grupo debe saber gestionar el equipo para que todos tengan sentido de pertenencia y vayan hacia un mismo objetivo común. En una organización planteada de esa manera es más fácil negociar porque existirán las bases del respeto, la unidad y el compromiso, se entenderán las posturas de cada parte y será más simple encontrar el equilibrio para llegar a un acuerdo.
Es preferible un líder flexible, oyente y empático a uno recto que solo lance órdenes sin escuchar las sensaciones de los empleados. Tener a los trabajadores felices y a gusto, además de generar un ambiente ameno al trabajo, implica una mayor productividad y eficiencia. Esto se consigue a través de la comunicación constante y atendiendo a sus necesidades laborales.
Ahora ya lo sabes, la negociación en la distribución de tareas es algo clave en la vida de las empresas. Si quieres que tu compañía se desarrolle al máximo tienes que tratar de aplicarla en todo momento para que los empleados realicen sus actividades sin problemas y de la mejor manera posible.
Comienza a delegar
Otro punto importante es el de saber delegar. Si sabes que hay tareas que no se te dan bien, debes optar por delegarla a un tercero. Incluso la distribución de actividades puede ser una de ellas, y no está mal que así sea, cada quien tiene distintas habilidades y gustos. Lo positivo de delegar es que podrás enfocarte en las cosas para lo que eres realmente bueno y no desperdiciarás tus tiempo en estrés y frustraciones.
Si quieres empezar a delegar, puedes consultar con nuestro equipo de Delegarte.es, ya que contamos con asistentes virtuales que pueden ocuparse de realizar las tareas del día a día.
En el encuentro inicial de 30 minutos identificaremos junto a tí cuáles son las actividades que necesitas delegar para potenciar tu desempeño laboral. ¡La primera reunión es sin costo!
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