Es un mantra que no nos cansamos de repetir: el equipo humano es el activo más valioso que posee una organización. De ahí que conocer sus necesidades, sus deseos, sus aspiraciones… sea clave para instaurar una verdadera cultura del cambio y la mejora continua.Y para ello, el único camino posible es la escucha activa, de ahí que hoy queramos dedicarle este post y contarte cómo mejorarla mediante sencillas prácticas.
¿Qué es la escucha activa?
La escucha activa puede definirse como la actitud o la predisposición de los cargos intermedios y superiores a escuchar y a tener en cuenta las opiniones de los empleados. El objetivo principal sería acercar posturas y favorecer el entendimiento y la comunicación entre ambas partes, pero también conseguir que el equipo humano se sienta más valorado y que sus superiores tomen el pulso de lo que sienten en su lugar de trabajo cuando desarrollan sus actividades profesionales.
Escuchar activamente a los empleados favorece que estos se sientan más valorados y, en consecuencia, tengan también una actitud más positiva y predispuesta a la hora de trabajar en equipo, implicarse en la empresa y remar a favor de sus objetivos.
Pero ¿cómo potenciar este gesto de escucha activa que parece tan sencillo pero que no siempre dispone de los mecanismos adecuados para garantizarla?
Fórmulas para mejorar la escucha activa
En plena era digital, seguir manteniendo reuniones eternas parece un completo atraso y más si se plantean como la única vía para poder desarrollar una escucha activa con los empleados.
Hoy en día existen numerosos canales de comunicación bidireccionales, rápidos y directos, que permitirían fomentar esa escucha activa, desde chats por departamento a intranets y demás herramientas 2.0 que permite que haya una comunicación fluida e inmediata dentro de un entorno laboral.
Otra manera muy sencilla es solicitar a los empleados que, una vez al mes, redacten un sencillo documento, algo corto que les lleve poco tiempo, pero en el que puedan exponer todo aquello que les ha dificultado su trabajo o les ha causado malestar a nivel organizacional. Seguro que muchos superiores descubrirían una carga de trabajo que, por ejemplo, podría solucionarse mediante la contratación de un servicios de asistente virtual. . Pero claro, para saber esta información es necesario que antes haya una escucha activa por parte de los cargos superiores.
Y como siempre, las valoraciones periódicas con managers o con personal de recursos humanos es otra manera de escuchar activamente a los empleados. En esos encuentros es importante realizar preguntas abiertas, centrarse en escuchar al trabajador sin distracciones y no sacar conclusiones precipitadas.
Como ves, se trata de una actitud que permitiría conocer mucho más sobre una organización y, sobre todo, la ayudaría a crecer de manera sensata, evitando la fuga de talentos y cambiando aquellos aspectos que no estén funcionando adecuadamente. Desde Delegarte te invitamos a mantener una escucha activa de tus trabajadores para saber qué sienten y qué les estresa en cada momento. Todos saldréis ganando.
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