Sucede el día menos esperado: ese empleado que de manera tan ejemplar y efectiva desempeña su puesto de trabajo entra en el departamento de recursos humanos para comunicar que abandona la empresa.
En la mayoría de los casos, la renuncia de un empleado sienta como un jarro de agua fría a la organización que tiende a pensar que esa persona se marcha a otra empresa que le ofrece una mayor retribución económica. Pero no siempre este es el motivo que hace que los empleados decidan abandonar su trabajo, de ahí la importancia de averiguar por qué y, sobre todo, saber cómo evitar la fuga del talento.
¿Por qué un trabajador decide presentar su renuncia?
Es evidente que los motivos son muchos y heterogéneos. Resulta difícil generalizar y dar con una única solución para evitar la rotación de trabajadores, pero aun así, sorprende ver cómo algunos motivos se repiten más de lo que deberían:
- Se sienten estancados y sin oportunidades de crecimiento.
- Trabajan incómodos por el clima laboral que hay en la empresa.
- Sienten que nadie se preocupa por ellos y sus necesidades.
- Buscan un trabajo con mejor remuneración económica.
- Sienten que no son valorados y que están desaprovechados.
- Buscan una empresa que les ofrezca flexibilidad horaria para poder conciliar su vida profesional con la personal / familiar.
- Sienten que están en una empresa en la que no encajan.
- Se han hartado de trabajar con estrés, prisas y demasiada carga de trabajo.
- Ha dejado de gustarles su trabajo, no se sienten motivados ni con ganas.
Cómo evitar que se produzca la rotación de trabajadores
Al analizar los principales motivos que llevan a un trabajador a irse de la compañía en la que presta sus servicios, es inevitable pensar que la gerencia de la empresa tiene capacidad para evitar gran parte de ellos.
Es cierto que quizás no pueda pagar un sueldo más alto a una persona que tiene mayores aspiraciones económicas. O incluso no pueda ofrecer una plan de carrera porque la naturaleza o el tamaño de la empresa no da opción a crear puestos más altos. Tampoco puede hacer mucho si a esa persona no le gusta su trabajo ni encuentra la motivación necesaria para realizarlo cada día.
Pero sí puede interesarse por sus empleados y preguntarles con honestidad qué les ocurre, qué les hace estar mal en su puesto o qué está en su mano para que la situación sea mejor. Realizar evaluaciones periódicas y analizar el desempeño de los empleados cada cierto tiempo es la mejor forma de crecer y, sobre todo, de evitar sorpresas como las que causa la renuncia de un trabajador.
Asistentes virtuales, la solución en muchos casos.
De esta forma, quizás la dirección de una empresa descubra que un empleado está estresado por la gran carga de trabajo que tiene. O que existe un clima laboral desfavorable motivado por las horas extras que tienen que realizar para sacar adelante la producción en determinados momentos del año. O que se siente desaprovechado realizando tareas repetitivas que no le aportan nada.
Conocer el problema es tener mucho camino ganado ya que, por ejemplo, los supuestos anteriores tendrían una solución tan sencilla como recurrir a la contratación de los servicios de asistentes virtuales que sirvan de apoyo a la plantilla en determinados momentos o proyectos. Una manera de liberarles del estrés y de la ansiedad que les provoca tener demasiada carga de trabajo, hacer horas de más o realizar tareas rutinarias cuando les gustaría estar realizando otras más complejas o creativas.
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