El uso de extranjerismos para hacer referencia a nuevas realidades es imparable en todos los ámbitos profesionales. Y el nuestro no es una excepción. ¿Sabes qué es el lean office?
Como ya te contamos en su día cuando dedicamos un artículo a hablar de los cuellos de botella, es inevitable que en algún momento puntual se produzca un pequeño atasco en el flujo de producción de tu negocio.
Para la mayoría de las personas, septiembre es el mes en el que comienza el año. No de manera oficial pero sí de manera oficiosa, ya que supone el verdadero pistoletazo de salida a lo que nos espera en los próximos meses que tenemos por delante.
En estos tiempos tan digitales que vivimos, mantener plena atención en lo que estamos haciendo resulta misión imposible. De hecho, según estadísticas realizadas por diferentes centros de salud mental, el tiempo máximo que somos capaces de estar concentrados en lo que nos traemos entre manos es de 11 minutos.
Todos sabemos que el impacto que ha tenido la pandemia causada por la COVID-19 en la economía de nuestro país ha sido devastador.
Es inevitable que, en algún momento, en tu negocio se produzca un cuello de botella que cause la paralización o provoque cierto retraso en tu flujo habitual de producción. Pero que ocurra con relativa frecuencia o de manera casi constante es la señal de que algo está fallando.